Dicen que se necesitan 10.000 horas para dominar algo, y Polaris ha estado perfeccionando su arte durante los últimos 70 años y lo seguirá haciendo. La incesante búsqueda de la calidad de Polaris impulsa la constante innovación, que se refleja en cada nuevo vehículo más resistente y más duradero que el anterior. Desde la parte delantera a la trasera, Polaris prueba rigurosamente sus máquinas durante miles de horas para que puedas conducir a tu aire. Inspirándose en sus pilotos para impulsar la innovación tanto en el laboratorio como en el mundo real. Polaris romperá sus máquinas antes de romper sus estándares, todo para mejorar su conducción. 

PRUEBA Nº 1 - SIMULADOR DE DURABILIDAD
El simulador de durabilidad de Polaris reproduce las condiciones de la vida real para probar si un vehículo puede soportar diversas tensiones y cargas. La función principal del simulador es detectar problemas como la fatiga del vehículo y el desgaste de las piezas. Sólo se tarda una semana en recorrer la vida útil de un vehículo. Una vez fuera, Polaris corrige cualquier defecto, lo mejora y lo envía listo para la siguiente fase de pruebas. 

PRUEBA Nº 2 - PRUEBA DE CAÍDA
¿Por qué dejar caer una máquina en perfecto estado desde más de 30 metros de altura? Porque Polaris exige una durabilidad de nivel superior. La prueba de caída verifica que el chasis (la pieza central de tu vehículo) permanece intacto después de impactos importantes. De esta manera, puedes conducir con confianza, sabiendo que las máquinas Polaris pueden soportar terrenos difíciles.

PRUEBA Nº 3 - CÁMARA DE SONIDO
Polaris quiere perfeccionar cada aspecto de tu conducción, por eso utiliza una cámara de sonido para medir los niveles de decibelios. Una gran potencia puede generar mucho ruido, lo que no siempre es ideal, tanto si remolcas más de 1.000 kg como si recorres grandes espacios abiertos. Mediante pruebas, Polaris controla y ajusta el ruido determinando si las juntas están lo suficientemente apretadas para minimizar los sonidos excesivos del motor.